Querida mamá del bebé que acaba de morir...
- anaelizondoe@gmail.com
- Apr 14, 2020
- 5 min read
Updated: Jan 8, 2022
Hace poco me contactó una mamá que acaba de pasar por la pérdida de su bebé. Siempre son noticias que duelen y al escucharlas sientes como el corazón se brinca un latido. Al platicar con ella me di cuenta que hace tres años yo estaba en su lugar. Lo que ella me preguntaba era justo lo que yo quería saber en ese entonces y todo el día me quedé con ganas de abrazarla y decirle que sí va poder con esto. Me dieron ganas de escribirle una carta a las nuevas mamás que están empezando este nuevo recorrido:
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Querida mamá del bebé que acaba de morir,
Me duele y lamento mucho tu pérdida. Quisiera no tener que escribirte, que no fueras parte de las mamás a las que me acerco hoy. Como quisiera que no estés entrando a este nuevo mundo, pero la vida nos ha unido en este nuevo sentir y quiero decirte aunque no nos conocemos y no sé qué fue lo que pasó, que te entiendo y te abrazo.
Probablemente ahorita todavía no puedas asimilarlo pues tu cuerpo es tan sabio que se protege al recibir este golpe tan fuerte. Aparte de haber perdido a tu(s) bebé(s), a lo mejor acabas de pasar por una cesárea, parto o legrado y tu cuerpo físico te necesita para recuperarse. Quizá todavía no puedas bañarte, ni moverte con facilidad. O puede ser que tu bebé ya tenía algunos días o meses de nacido. Estás pasando por mucho y además de estar agotada, sientes como si alguien acaba de arrancarte un pedazo de tu corazón sin tu permiso.
Te sientes derrotada; como si el mundo se te acaba de caer en mil pedazos y no hay manera de levantarlo y volver a ponerlo como estaba. Así de vulnerable y pequeñita te sientes ante este gran personaje que te acaba de tocar la puerta. ¿Lo veías venir? ¿Te cayó de sorpresa? No importa cómo haya sido, pero aquí lo tienes sentado en la sala de tu casa y tristemente viene con una maleta para quedarse por un tiempo.
Te preguntas cuándo pasará este sentimiento tan abrumador que sientes y si lo sentirás por el resto de tu vida. Yo también me cuestionaba eso cuando justamente sentía esa pesadez en mi corazón. Ahorita la herida la tienes ahí expuesta, muy vulnerable y delicada pero poco a poco se va ir haciendo una costra. Es una cicatriz interna que no se borrará y te va acompañar y en mi caso sí sigue presente, pero ¿sabes qué?, también te recordará el amor tan grande que le tuviste y sigues teniendo a tu(s) bebé(s). Abraza tu herida, cuídala, recíbela con mucha compasión y sin juicio por que lo que necesita esta cortada es mucho amor y cariño. Estoy segura que tienes mucho amor presente y latiendo en las personas que hoy te acompañan; sea tu esposo, hijo(s), familia, o amigos.
Esta herida que hoy sientes que no va parar de sangrar, parará. El sol volverá a brillar. La flor que creías que había marchitado, volverá a florecer. La sonrisa de tu cara volverá a aparecer en tu mejilla. No sé cuándo será pero los tiempos de Dios son perfectos. Recuerdo que me repetían mucho que confiara que esta gran pérdida la iba poder afrontar y que algún día iba a pasar, y no me gustaba que me lo dijeran pero ahora soy yo la que te lo tengo que decir: sí va a pasar y vas a poder con esto. Ahorita lo ves imposible pero lo vas a lograr.
Te estaría mintiendo si te digo que soy la misma de antes. Mila nos vino a dar una sacudida inesperada y nos cambió a todos. Dios te va seguir regalando muchas satisfacciones en este camino que tiene sus subidas y bajadas y vas a descubrir que eres más fuerte de lo que pensabas. Confía en el recorrido aunque hoy lo veas oscuro. Si me permites darte un consejo sería que no te juzgues con tus emociones. Derrepente yo sí fui muy dura conmigo misma y he aprendido a ser más compasiva y eso me ha dado mucha tranquilidad y claridad. Hoy entiendo que la autocompasión es la puerta directa a nuestro corazón para poder darle un mejor sentido a cualquier vivencia sea como venga sin juicio, por que así como viene es perfecto. Es tan importante el amor propio pues de ahí es de donde sacamos el valor y la fuerza de levantarnos.
He aprendido que cada duelo es único e irrepetible y que el dolor no se puede medir. No hay una escala que nos mida con exactitud el dolor de otra persona. Cada quien expresa su pesar de una manera y puede ser que tu esposo/pareja o familiares lo expresen de una manera distinta a la tuya. Probablemente al principio, tu pareja estará más fuerte emocionalmente y más activo mientras tú te sientes sin fuerza y no podrás entenderlo, pero quizá en un tiempo el duelo lo alcance y le llegue un bajón fuerte después que a tí. Así como es importante validar nuestras emociones personales, creo que es esencial hacer lo mismo con los que nos rodean y hacer relevos de amor para cuando el otro lo necesite. Los duelos no tienen tiempo ni se mueven en una línea recta; más bien me atrevería a decir que son como garabatos.
Siéntete acompañada aun y cuando te sientas más sola que nunca. Tus familiares o amistades estarán al pendiente de tí y tu esposo/pareja aunque ustedes sientan que ya no se acuerden; ellos a veces no saben cómo acercarse, no saben si deben preguntar cómo están o cómo mostrar su cariño. Ten la certeza que ahí están constantemente enviando las mejores porras desde su trinchera para ayudar a que se levanten. Al principio a mí me costó entender que la vida seguía igual para todos; conciertos, fiestas y celebraciones seguían adelante. También me pasó en el primer año que en fechas especiales era cuando más abrumada me sentía. Me acuerdo que le tenía pavor a mi cumpleaños después de perder a Mila, cuando siempre me ha encantado celebrarlo. Pasó ese día y también el Día de las madres y Navidad. Ahora ya todo regresó como antes y aunque me duele que Mila no esté con nosotros en estos días tan especiales, he vuelto a disfrutarlos y me gusta celebrarlos con los que más quiero agradeciendo lo que sí tengo hoy.
Tu bebé fue tan amado por tí; fue y es parte de tí. Seguirá por siempre vivo en tu corazón y estoy segura que podrás sentirlo y verlo ya sea en la naturaleza cuando veas ese atardecer que te deja sin palabras, o cuando escuches aquella canción que te llegue al alma, o en las oraciones o meditaciones que hagas, en tu seres queridos y un sinfín más. Tu amor por él es tan real, puro y genuino que no tiene límites. Es un amor sin condiciones y en los planos terrenales no hay fronteras que lo detengan nunca. Siéntete amada y bendecida de ser su mamá, siempre lo serás.
Te deseo que la luz que ya tienes dentro de tí te guíe siempre y vivas esta gran historia de amor a tu ritmo y a tu manera muy personal, pues es un lazo que permanecerá por siempre entre tú y tu bebé.
Un abrazo apretado,
Ana Elizondo
Cualquier comentario puedes contactarme en anaelizondoe@gmail.com o siguiendo la cuenta de instagram @recalculandolarutamx. Gracias

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